Alguna vez escuché una frase que decía “ni picha, ni cacha, ni deja batear” y es que no creo poder encontrar un dicho que describa mejor el fenómeno relacional del que me gustaría platicarles hoy.
Hace unos años me encontré en una situación en la que salía con una persona con quien teníamos una relación ideal y había mucho amor, pero no había un compuesto importante que es el compromiso. O sea que esta persona quería tener toda la parte atractiva de una relación, pero no comprometerse por completo. Me daba la sensación como si tuviera un pie adentro y un pie afuera de la relación, y me hacía preguntarme “¿qué demonios hago yo en esta situación?”. Hoy en día viéndolo en retrospectiva puedo entender que la solución era una sola y era simple, sin embargo estas situaciones son confusas porque por un lado dos personas no quieren lo mismo, pero por el otro lado la relación tiene casi todo lo que a una de ellas le gusta.
Las últimas semanas me he topado con varias y varios pacientes que atraviesan una situación muy similar, ya sea que son las personas que quieren todo el compromiso o quienes solo quieren una parte de la relación, pero no terminan de entregarse por completo.
Probablemente las razones por las que esto se da son diversas y aún así podría casi asegurar que están basadas en el miedo. Intentar entender el por qué una persona no quiere lo mismo que nosotras o nosotros, en lo personal, me parece una pérdida de tiempo y energía mental.
Lo que sí sé es lo siguiente, cuando nos hemos percatado que nuestros objetivos y deseos para la relación no son los mismos es importante tomar en cuenta estos dos puntos:
- Si tú eres la persona que desea tener toda la relación y la otra persona no la quiere, recuerda: NO PUEDES CAMBIAR A NADIE. No intentes convencer o intentes dar más de lo que en un principio no se está valorando. Si deseas quedarte en esta situación esperando a que cambie, debes tomar en cuenta que es un volado y probablemente no salgas triunfante.
- Si eres tú quien no quiere tener la relación completa, respeta la decisión y el corazón de la otra persona. Es importante que hables con claridad lo que deseas aunque esto signifique que probablemente termines perdiendo la parte de lo que si te gusta de la relación.
Algo sumamente importante es que ya seas tú o tu pareja quien no quiera entrar por completo en la relación, por favor cierra bien esa puerta. Por lo general, la persona que no quiere el compromiso es a quien le cuesta más trabajo realmente retirarse de la situación, porque es él o ella quien está recibiendo lo que desea (la relación sin el compromiso). Así que sin importar si eres tú quien no está recibiendo lo que desea o si eres tú quien no puede dar lo que tu pareja desea, por favor, no te quedes por conveniencia.
Me atrevo a decir que quedarse puede ser incluso un abuso cuando tú estás recibiendo lo que deseas a la par que únicamente alimentas a la otra persona con falsas esperanzas de que “algún día..” querrás lo mismo que él o ella. De ser así te propongo lo siguiente, suelta a la otra persona y no te quedes a media puerta. En caso de algún día querer lo mismo, vuélvele a buscar. Por supuesto que en la espera está el peligro, pero quedarse a media puerta, con un pie dentro y otro fuera, es un acto egoísta.
Queda claro que en un equipo de baseball, quien no picha, ni cacha, ni deja batear, únicamente estorba.
Las rupturas duelen, ya sea por relaciones súper largas o por relaciones que no tuvieron un título, sin importar si fuiste tú quien decidió terminar o si fue tu ex pareja, de igual manera duelen. Para casos de rupturas amorosas, te recomiendo los episodios de mi podcast “El proceso después de cortar”, “Tips para superar a tu ex” y “Desintoxicate de tu ex”.
Si te interesan estos temas, puedes encontrarme en Instagram como @eva_latapi y escuchar mi podcast en el que todos los miércoles tengo un nuevo episodio en Apple Podcast, Youtube o Spotify. De todos modos, nos leemos la próxima semana en un nuevo artículo, aquí en el blog.